Imagina que a tu bonita ciudad, tranquila, con una estupenda playa, aire limpio y un entorno natural excelente, llega un día un grupo de personas, por llamarlas de alguna forma, e instalan un complejo industrial peligroso para los ciudadanos de la población -sin importarles, claro. Como consecuencia, se vierte una cantidad enorme de residuos tóxicos y radiactivos y se contamina el espacio natural (que por cierto, está protegido) y el aire.
Pues bien,
eso es una realidad para los onubenses. Hace unos años, se instaló en Huelva un complejo de fábricas y refinerías altamente peligrosas para la salud de los habitantes de la ciudad. Estas fábricas siguen funcionando en la actualidad. El pretexto oficial para (im)poner ese complejo (Polo Químico) era el de favorecer el desarrollo de la ciudad.
Bien es verdad, que desde que está el Polo, en la ciudad hay cada vez más habitantes, la mayoría de los pueblos de la provincia. Esta llamada de ciudadanos desarrolló la ciudad, lo cual en cierto modo es positivo, pero bajo mi punto de vista, la ciudad no puede seguir dependiendo del Polo Químico. El Polo supone una grave amenaza para la salud de los ciudadanos, por no hablar del peligro que supone tener 1/3 de la reserva nacional de petróleo cerca de ésta.
Creo
que en Huelva se deben desarrollar otras formas que permitan el desarrollo de la ciudad. Esto mejoraría mucho la calidad de vida de los ciudadanos. Debido a las fábricas, la tasa de personas con problemas asmáticos o respiratorios y de muertes por cáncer se he disparado entre los onubenses. Los ciudadanos pueden vivir gracias a las industrias químicas de la ciudad, pero, ¿a que precio?
Otro gran problema es la balsa de fosfoyesos. Esto es una balsa que contiene elementos
radioactivos, que son desechos de las fábricas que se han ido almacenando ahí.
Los onubenses tenemos la constante amenaza de una rotura de esta balsa, lo cual sería un desastre. Menos mal, que la Universidad de Huelva (UHU), con su carrera en ciencias ambientales, hizo en su día un estudio sobre esta balsa. Los onubenses podemos estar tranquilos, con suma precisión y profesionalidad, este informe nos decia que la balsa de fosfoyesos "se disolverá como azucarillos". Hay que señalar, que este estudio fue financiado por la Asociación de Industrias Químicas y Básicas (AIQB). Ahora, la UHU prepara un informe para determinar el "origen" de la contaminacion, tambien financiado por la AIQB. Bueno, sobran las palabras.
Por si fuera poco, a los ciudadanos de Huelva se les tiene además engañados. En el polo, han sucedido numerosos incendios y escapes de gases venenosos. Al día siguiente todo estaba ocultado por la AIQB. Los periódicos locales no dicen lo que sucede. A la vista de los ciudadanos no ha pasado nada.
El Polo ha supuesto un grave atentado contra el entorno de la ciudad de Huelva, contra el preciado entorno natural y contra los propios ciudadanos. A los onubenses nos han robado nuestra ciudad a costa del enriquecimiento de unos pocos.
Como resultado de este abuso, se han sucedido numerosas respuestas ciudadanas al respecto. Sin ir más lejos, el otro día descubrí una web,
huelvadenuncia.org, que trata de servir como plataforma ciudadana contra este asunto y otros relativos a Huelva. Desde aquí mi más sincero apoyo a esta organización.