Malos humos

Ya se acerca el día en el que entrará en vigor totalmente la nueva ley anti-tabaco, el 1 de enero de 2006.

Esta ley ha sido hoy publicada en el BOE, aunque fue aprobada el pasado 15 de diciembre en el congreso con un amplio consenso. Cuando esta ley entre totalmente en vigor, cosa que sucederá el próximo 1 de enero, como ya he dicho, estará prohibido fumar en todos los centros de trabajo, públicos y privados salvo que estén al aire libre. También se establece como obligatorio para bares y restaurantes de más de 100 metros cuadrados la habilitación de una zona de fumadores separada físicamente del resto, que en ningún caso debe superar más del 30% del local. Para los locales de menos de 100 metros cuadrados, se ofrece libertad para permitir o no fumar dentro del establecimiento, cosa que se debe señalar en la entrada. Tambien se regula la venta de tabaco, quedando ésta reservada a estancos y máquinas expendedoras autorizadas, pero en cualquier caso, queda totalmente prohibida la venta de tabaco a menores de 18 años. Las multas establecidas por el incumplimiento de esta ley oscilan entre 30 y 60.000 €.

Por otra parte, desde hoy queda prohibida en todo el territorio nacional la publicidad de productos referentes al tabaco en prensa, radio, televisión o cualquier otro medio de difusión, incluidas las máquinas expendedoras de tabaco, excepto en el caso de publicaciones para profesionales del sector, presentaciones de productos a los mismos profesionales y promociones a estancos, que no podrán verse en los escaparates. También estarán exentas de cumplir esta norma las publicaciones editadas o impresas fuera de la Unión Europea, siempre que no se destinen al mercado comunitario y salvo que estén dirigidas a menores de edad.


Personalmente, esta ley me ha encantado. El tabaco, como droga que es, debe estar prohibida y/o limitada, en beneficio de la salud pública. Aunque también pienso que para completar esta ley se debe continuar con la prohibición de la venta de tabaco, o poner más dificultades a su venta, como por ejemplo agravar a estos productos con más impuestos. En cualquier caso, esta ley está muy bien, ya que presenta un aliciente para las personas fumadoras que se planteen abandonar el tabaco.